[OPINIÓN] Ni más ni menos Estado, potenciemos las sociedades intermedias
Por Sebastián Bustos, Ingeniero Civil, Presidente UDI Angol.
En plena carrera política por la obtención del voto compatriota, por sumar el voto del chileno común y corriente, a cualquier bien nacido le hace sentido la lejanía monumental que hoy existe para llegar a lograr dicho objetivo. Los motivos son varios y ya tan conocidos, que redundar en ellos no construye futuro, sino, es autoflagelarse.
Para analizar el acontecer político actual mi mirada es en perspectiva, porque creo que como político joven es la visión que me llevará a forjar los cimientos sólidos que quiero construir.
Del otro lado de la vereda a mi posición política quizás por cercanía generacional me tomo con preocupación lo que está desarrollando el Frente Amplio. Resaltan ideas como: “Aspiramos a una democracia real, es decir, ser parte de las decisiones”; “Confiamos en el chileno común y corriente”; “Nos anclaremos a la ciudadanía”; “Queremos desmercantilizar los Derechos Sociales”; etc.
Las ideas expuestas me hacen mucho sentido y como político joven claramente definido de derecha recojo el guante. Mi lectura política es asimilable al asumir como nuestro principal error la desconexión y despreocupación de las sociedades intermedias. Sin embargo mi solución es distinta en función del bien común de Chile.
Por naturaleza cada chileno día a día busca superar las adversidades que lo aquejan asociándose con sus pares con el fin superior de lograr su realización. Idea de vida muy contraria al robustecimiento del Estado que se pregona y que no tiene otro fin más que coartar las libertades individuales.
Debemos hablar fuerte, desplegarnos y no permitir que bajo consignas políticas populistas se instrumentalicen las sociedades intermedias, porque eso es lo que están haciendo.
El desafío sobre la mesa evoca a desplegar un trabajo de potenciamiento de las sociedades intermedias mediante iniciativas como transferencia de conocimiento, acercamiento de los recursos estatales, mecanismos de colaboración comunal, etc.
Debemos retomar el camino en que los ciudadanos vean en nosotros que somos agentes que ponemos al Estado a su servicio y siempre promoviendo el bien común.
Los chilenos necesitan recuperar la confianza en sí mismos y nosotros mediante la solidaridad recuperar su confianza.
Con hechos concretos debemos demostrar que “todos estamos preocupados de todos” y no que “cada uno está preocupado de sí mismo”.
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