Felipe Avello y su exitosa gira por la Araucanía
Me siento muy cercano a la causa mapuche. Creo en la autonomía de su pueblo respecto al Estado de Chile y creo en sus reivindicaciones territoriales.
Pero NO me fui de viaje a la zona por eso. Me fui para hacer stand up comedy, a eso me dedico ahora. El stand up comedy es un género humorístico nacido en Estados Unidos en los años 70 que consiste en hacer humor sin hacer reír. Al menos así lo practico yo.
La verdad no me tincaba ir al viaje pero lo hice por necesidad.
La necesidad se debe a que ya no salgo en la tele, pero sigo llevando el mismo nivel de gastos que tenía cuando estaba en el SQP.
La gira comprendía: Lautaro, Vilcún, Traiguén y Temuco. El panorama era poco alentador; el stand up comedy es un género más de Providencia que de La Araucanía, un género más ligado a Revolución Democrática que a la Coordinadora Arauco-Malleco.
Lo bueno es que la travesía me permitiría conocer la situación real de la Novena Región, más allá de la visión sesgada que nos entrega la prensa santiaguina, que lleva años criminalizando el movimiento social mapuche.
La gira partió en Temuco, en Infierno Bar, un animado restobar con karaoke. Mi show fue todo un éxito, más de una hora y media sobre el escenario, aunque reconozco que no hablé del tema mapuche.
Al día siguiente quise reunirme con el ex intendente Huenchumilla, y brindarle todo mi apoyo: "A usted lo considero un político bien intencionado, una pena que haya sido reemplazado por Andrés Jouannet, quien no tiene herramientas para desempeñar su cargo con efectividad. Con gente como usted, señor Huechumilla, el conflicto en La Araucanía se hubiera solucionado".
Eso pensaba decirle al ex intendente, pero no pude conseguirme su teléfono, y además me levanté muy tarde ese día (tomé trago la noche anterior, intendente).
Al día siguiente me tocó actuar en Go Bistro Lounge en la ciudad de Lautaro. El local se especializa en las cervezas de litro, y karaoke ochenta-noventa. Los dueños son dos mellizos algo tímidos, pero que quedaron felices con el show que exhibí (el mismo de Temuco).
Allí conocí a Claudina, ella es de Traiguén, pero vive en Lautaro. Confieso que ese día tampoco hablé, ni con Claudina ni con nadie del tema mapuche.
Al día siguiente, aún acostados, le pregunté a mi nueva amiga por Aucan Huilcaman, líder del Consejo de Todas las Tierras; quería ubicarlo para conversar sobre su interesante propuesta de convocar a una asamblea constituyente mapuche para este mes.
Claudina ni siquiera sabía quién era, esperable, ya que salió el año pasado del colegio y ella es más de la onda de Matt Hunter.
Ese mismo día me suspendieron el show en Vilcún y en Traiguén; se habían vendido sólo tres entradas: una en Vilcún (compró una tía mía que vive allá, media hermana de mi papá), y dos en Traiguén.
Habían pasado tres días y el viaje estaba resultando todo un éxito, más allá de la poca convocatoria (15 personas habían asistido en total a los dos shows, contando a los dueños y el personal de servicio), además todavía no me depositaban el monto pactado, pero había conocido gente muy valiosa; lo malo es que nadie sabía o al menos nadie me quería hablar del conflicto de La Araucanía.
Al cuarto día, cuando aún no confirmaban si íbamos a hacer un show en Angol, decidí volver a Providencia.
Fueron a dejarme al aeropuerto Claudina y su hermano. Cuando el niño miraba para otro lado, yo besaba a su hermana en los labios.
El niño tenía una polera de Matt Hunter.
Fuente: Publimetro.cl
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