Famoso torpedo extraviado causa polémica en Angol.
Torpedo llevaba más de 50 años en plazoleta, constituyéndose en punto de encuentro y parte de la memoria local. De un día para otro y sin mayor explicación, fue dañado, retirado y luego enterrado en un recinto municipal, todo ello al margen de una polémica suscitada con algunos medios de comunicación, que denuncian no ser atendidos por el alcalde.
En el centro del huracán se encuentra el municipio de Angol, luego que un medio de comunicación local denunciara que un antiguo torpedo obsequiado por la Armada hace más de 50 años, fue retirado y enterrado en un recinto municipal, con la aparente intención de “hacerlo desaparecer” de la vía pública.
Según historiadores locales, todo comienza en 1962, cuando el entonces alcalde de Angol, Edmundo Villouta Concha, efectúa una serie de gestiones ante la Armada de Chile, con la finalidad de recibir como donación un torpedo para instalarlo en una céntrica plazoleta de esa comuna.
Las diligencias rindieron sus frutos y el torpedo se mantuvo a través de medio siglo emplazado junto al puente Vergara I, en la plazoleta Arturo Prat, lugar de paso obligado de toda persona que recorra el centro de la capital de Malleco.
Fueron varias las generaciones de angolinos que desde pequeños jugaban en el llamativo artefacto, que pasó a formar parte de la memoria colectiva de los habitantes de esa comuna que hoy tienen menos de 60 años de edad y existen decenas, quizás cientos de antiguas fotografías donde los niños se inmortalizaban jugando en el torpedo, que también servía como punto de referencia para el encuentro en esa comuna, tal como es “El Pilucho” del Estadio Nacional en Ñuñoa o la esquina de Bulnes con Portales de Temuco.
Sin embargo, en 2013 comienzan las obras de construcción del denominado “Eje Bonilla”, con dos nuevos puentes para conectar el centro de la comuna con el sector oriente, justamente a metros de esta plazoleta, situación que provocó los primeros problemas.
Sin consideración alguna, la empresa que realizaba los trabajos de estos puentes y remodelación de sus calles aledañas, depositó toneladas de escombros sobre el torpedo, provocando serios daños en su estructura, lo que generó los primeros reclamos en la comunidad angolina.
Hace algunas semanas, los angolinos descubrieron que este torpedo había desaparecido sin dejar rastro y un canal de televisión local -Teleangol- se hizo eco de esta situación, lo que generó la natural indignación de los angolinos, pues nadie conocía a ciencia cierta el destino del torpedo y las autoridades locales tampoco parecían saberlo.
ENTIERRO
El alcalde Obdulio Valdebenito conversó con otro canal local, Canal 5, y le bajó el perfil a la polémica, manifestando que “me alegro que hayan personas que estén preocupadas por el torpedo, sabiendo que antes nunca nadie se preocupó por él, y que era una cosa más que estaba ahí en la plaza Arturo Prat y ahora que la gente se pregunta por su destino, el torpedo lo tenemos nosotros, está guardado en los talleres municipales a la espera de una respuesta de la II Zona Naval y se nos respondió que hasta el 20 están en maniobras y es imposible que nos reciban (…); incluso el comandante que vino el 21 de mayo nos dijo que evaluarán las condiciones en que se encuentra y ofreció cambiarlo por algún otro más moderno o de otras características y agregar algún otro elemento que esté relacionado con la plaza Arturo Prat”.
Con estas declaraciones, el “incendio” desatado en Angol no parece amainar, pues el canal Teleangol –donde los reporteros denuncian no ser atendidos por Valdebenito para responder las acusaciones- respondió mostrando imágenes que dan cuenta que el torpedo no fue precisamente “guardado” sino que enterrado en los talleres municipales, lo que terminó provocando airadas críticas contra el alcalde, por la nula consideración al obsequio entregado por la Armada, que ya formaba parte del paisaje local.
Desde el municipio se anunció que será enviado a reparaciones en Talcahuano o en su defecto se gestionará la donación de uno nuevo, en lo que para muchos angolinos claramente se evidencia que no se “le tomó el peso” oportunamente a la indignación local.
La crisis al interior del municipio no ha sido menor, pues trascendió que la situación está siendo estudiada y en los próximos días se emitirá una declaración oficial para explicar el retiro y el poco entendible entierro del torpedo, como también saber quiénes fueron los responsables de los daños y la posibilidad de iniciar sumarios para aclarar lo ocurrido.
Incluso, desde algunos sectores de la ciudadanía angolina se está sugiriendo la posibilidad de exigir al municipio un desagravio público a la Armada y a la figura del ex alcalde Edmundo Villouta, por el poco cuidadoso tratamiento que recibió el añoso obsequio.
Asimismo, otra crítica generada contra el jefe comunal, es no haber adoptado medidas a tiempo cuando la empresa que construía los puentes provocó los daños al torpedo, debiendo haber exigido su reparación oportuna.
Por Julio Rodriguez
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